lunes, 27 de noviembre de 2017


Actividad 3
Apropiar conceptos y calcular el radioenlace del proyecto

      1.   Desarrollar los siguientes puntos:

a. Describa las características generales de un enlace satelital y diagrámelo.

Básicamente un enlace satelital se conforma de tres etapas, dos están ubicadas en las estaciones terrestres a las cuales llamaremos modelos de enlace de subida o bajada y la tercera etapa estará ubicada en el espacio donde la señal subirá cruzara por el transpondedor del satélite y será regresada  a la tierra a una menor frecuencia con la que fue transmitida.


Modelo básico de un sistema satelital

ESTACION TERRENA
Los modelos tanto de subida como de bajada requieren una estación terrena ya sea para transmitir o para recibir una señal y básicamente están compuestas por cuatro segmentos.
El primer segmento es un modulador de FI para transmisión y en el caso de transmisión se ocupa de un demodulador.
La segunda etapa es un convertidor de elevador de FI a microondas RF para transmisión y para recepción de un convertidor descendente de RF a FI.
La tercera es un amplificador de alta potencia (HPA) para tranmision y para recepción de un amplificador de bajo ruido (LAN).
La cuarta etapa que conforma son las antenas que conforman la estación terrena. 
Estación terrena común
ENLACE DE SUBIDA
El enlace de subida consiste en modular una señal de FI en banda base a una señal de frecuencia intermedia modulada en FM, PSK, y QAM, seguida por el convertidor elevador, el cual está constituido por un mezclador y un filtro pasa por bandas, el cual convertirá la señal de IF a RF.
Por último la señal pasa por un amplificador de potencia (HPA), el cual le dará potencia necesaria para que llegue la señal hasta el satélite.
Modelo básico de subida
TRANSPONDEDOR
El transpondedor está constituido por un filtro pasa bandas (BFP), el cual se encarga de limpiar el ruido que la señal adquiere en la trayectoria de subida, además a de la que servirá como seleccionador de canal ya que cada canal satelital requiere un transpondedor por separado.
Le sigue un amplificador de bajo ruido (LNA) y un desplazador de frecuencias, el cual tiene la función de convertir la frecuencia de la banda alta de subida a banda baja de salida, después seguirá un amplificador de baja potencia el cual amplificara la señal RF para el enlace de bajada, la señal será filtrada y regresada a la estación terrena.

Etapas básicas de un transpondedor

MODELO DE ENLACE DE BAJADA
El receptor de la estación terrena contiene filtros (BFP) el cual limita la potencia de entrada que recibe el (LNA) una vez amplificada la señal en bajo ruido  la señal será descendida de RF a frecuencias IF por medio de un convertidor descendente, después de la señal será demodulada y entregada en banda base.

Modelo básico de bajada

b. Describa las características generales de un enlace terrestre por microondas.
Los sistemas de microondas terrestres han abierto una puerta a los problemas de transmisión de datos, sin importar cuales sean, aunque sus aplicaciones no estén restringidas a este campo solamente. Las microondas están definidas como un tipo de onda electromagnética situada en el intervalo del milímetro al metro y cuya propagación puede efectuarse por el interior de tubos metálicos. Es en si una onda de corta longitud.

Tiene como características que su ancho de banda varía entre 300 a 3.000 MHz, aunque con algunos canales de banda superior, entre 3´5 GHz y 26 GHz. Es usado como enlace entre una empresa y un centro que funcione como centro de conmutación del operador, o como un enlace entre redes LAN.
Para la comunicación de microondas terrestres se deben usar antenas parabólicas, las cuales deben estar alineadas o tener visión directa entre ellas, además entre mayor sea la altura mayor el alcance, sus problemas se dan perdidas de datos por atenuación e interferencias, y es muy sensible a las malas condiciones atmosféricas.
Las microondas son:

· Las microondas son unidireccionales.
· Las microondas son más sensibles a la atenuación producida por la lluvia.

Suelen utilizarse antenas parabólicas. Para conexionas a larga distancia, se utilizan conexiones intermedias punto a punto entre antenas parabólicas.
Se suelen utilizar en sustitución del cable coaxial o las fibras ópticas ya que se necesitan menos repetidores y amplificadores, aunque se necesitan antenas alineadas. Se usan para transmisión de televisión y voz.
La principal causa de pérdidas es la atenuación debido a que las pérdidas aumentan con el cuadrado de la distancia (con cable coaxial y par trenzado son logarítmicas). La atenuación aumenta con las lluvias.
Las interferencias es otro inconveniente de las microondas ya que al proliferar estos sistemas, pude haber más solapamientos de señales.
La antena más común en las microondas es la de tipo parabólico. El tamaño típico es de un diámetro de unos 3 metros. Esta antena se fija rígidamente, y en este caso el haz estrecho debe estar  perfectamente enfocado hacia la antena receptora. Las antenas de microondas se sitúan a una altura apreciable sobre el nivel del suelo para con ello conseguir mayores separaciones entre ellas, y para evitar posibles obstáculos en la transmisión. Si no hay obstáculos intermedios, la distancia máxima entre antenas es: d = 7.14 Kh ( Km.)

c. Consulte y describa los pasos para diseñar un radioenlace.



Diseño de radioenlaces.
Planificación inicial del radioenlace y elección de los emplazamientos
Además de la elección de los equipos de radio y de sus parámetros de funcionamiento, los factores más importantes que determinan las prestaciones de un sistema fijo de acceso inalámbrico son la buena situación de las antenas, la correcta planificación del enlace radioeléctrico y la elección de un canal libre de interferencias. Sólo con una buena planificación del enlace entre antenas puede conseguirse evitar las interferencias y los desvanecimientos de la señal, alcanzando una alta disponibilidad en el sistema.

La planificación del enlace radioeléctrico de un sistema de radiocomunicaciones comienza con el cálculo del alcance. Para ello se deben conocer la banda de frecuencias, las características climáticas de la zona y las especificaciones técnicas de los equipos de radio: potencia del transmisor, ganancia de las antenas, sensibilidad del receptor, tasa de error, disponibilidad, etc. Este cálculo del alcance del sistema constituye una primera estimación teórica que deberá verificarse tras la instalación de los equipos. La utilización de aplicaciones informáticas de simulación con cartografías digitales del terreno y de los edificios constituye una potente herramienta de ayuda en la planificación. Valiéndose de las mismas es posible determinar las mejores localizaciones para instalar las antenas y estimar su alcance o cobertura, así como los posibles niveles de interferencia que provienen de otros emplazamientos vecinos, especialmente en el caso de sistemas celulares o de acceso radio punto a multipunto. Posteriormente, las visitas a los posibles emplazamientos permiten determinar su aptitud para albergar los equipos de radiocomunicaciones.

Las frecuencias utilizadas habitualmente por los radioenlaces fijos exceden de 1 GHz. Por lo tanto, estos sistemas se incluyen dentro de la categoría de sistemas terrenales con visión directa (LOS, Line-Of- Sight). La característica de visibilidad directa o LOS proviene de la dificultad de las señales de radio de alta frecuencia para propagarse bordeando esquinas o para difractarse en torno a obstáculos. Es decir, debe existir un camino directo sin obstáculos para la propagación de la señal radio entre las antenas transmisora y receptora. Si desde el emplazamiento de una de las antenas puede verse la otra, entonces se dice que existe visión directa. Normalmente, suelen visitarse los posibles emplazamientos y comprobarse la existencia de visión directa como fase previa a la instalación de los equipos de comunicaciones. En el caso de enlaces de corto alcance, la visión directa puede limitarse simplemente a una cuestión de qué altura deben tener las torres o mástiles donde se sitúen las antenas. Sin embargo, es evidente que ello no constituye la solución más sencilla o económica. En cambio, resulta más práctico la búsqueda de zonas geográficas prominentes con buena visibilidad o edificios altos, lugares ideales para la instalación de estaciones base que deben concentrar el tráfico de múltiples enlaces punto a punto. Ahora bien, las antenas no siempre se encuentran en edificios altos, y lo que ocurre más a menudo, ambos extremos del enlace es difícil que se encuentren simultáneamente en lugares favorables.

Para comprobar la existencia de visión directa entre las antenas, deben visitarse los emplazamientos donde se tiene previsto instalarlas y realizar una serie de comprobaciones y tareas que se detallan a continuación:
  • Determinación de las coordenadas exactas de los extremos del radioenlace (latitud, longitud y altura sobre el terreno) ayudándose de un receptor GPS.
  • Determinación de la orientación del enlace e indicación sobre un mapa de la zona. Esto ayudará a la localización de posibles obstáculos y elementos significativos sobre el mapa.
  • En el caso de enlaces de corto y medio alcance se puede comprobar la existencia de visión directa con ayuda de unos prismáticos. La localización visual del otro extremo del enlace puede realizarse con ayuda de una brújula o valiéndose de alguna marca o elemento significativo del mapa. Se debe tener cuidado con los campos magnéticos generados por los motores de las salas de máquinas de los ascensores de la azotea y que pueden falsear la lectura de la brújula. Si no se consiguiera identificar visualmente el otro edificio donde se va a situar la antena, puede servir de ayuda una segunda persona situada en dicho edificio y que emita algún tipo de destello de luz, con un espejo, por ejemplo, en el caso de un día soleado.
  • En el caso de falta de visión directa debido a algún tipo de obstáculo, resulta necesario determinar la altura del mástil para evitar la obstrucción. El procedimiento que suele emplearse es similar al anterior, solo que ahora puede utilizarse por ejemplo un globo de helio de color llamativo y sujeto por una cuerda. Una persona situada en el extremo opuesto va elevando el globo hasta que resulte visible a través de los prismáticos.
  • Una vez asegurada la visión directa, conviene comprobar que la primera zona de Fresnel se encuentra libre de obstáculos. En este caso conviene prever que el entorno resulta cambiante con el tiempo y con la época del año: construcción de nuevos edificios, árboles que crecen, nieve que se acumula en los tejados en invierno, tráfico aéreo, etc. Adicionalmente, se debe asegurar que no existe ningún obstáculo cerca de la posición de ambas antenas. En especial, superficies metálicas u otras antenas transmisoras dirigidas hacia la nuestra. Resulta interesante documentar todas las comprobaciones por medio de fotografías que puedan ayudar posteriormente.

Lamentablemente, en el caso de radioenlaces de más de unos 8 km resulta difícil realizar este tipo de comprobaciones visualmente, por lo que se debe acudir a otros métodos. La solución consiste en conseguir mapas con perfiles de la zona o utilizar aplicaciones informáticas con mapas digitales del terreno. En este caso, las coordenadas exactas de los extremos del enlace resultan de vital importancia.
Un factor importante de degradación en sistemas que operan a altas frecuencias lo constituye la vegetación existente en las inmediaciones del radioenlace. En ciertas ocasiones, el radioenlace puede verse accidentalmente obstruido por árboles o incluso azoteas de edificios en entornos urbanos. En estos casos, el campo electromagnético presente en la antena receptora puede modelarse como la suma de la onda directa proveniente del transmisor, y multitud de pequeñas ondas dispersadas por los edificios adyacentes y por las hojas de los árboles cercanos. Dado que las fases de estas ondas son aleatorias, las señales resultantes pueden estimarse de forma estadística. El resultado final de sumar todas las contribuciones suele modelarse mediante una distribución de Nakagami-Rice.

En general, la gran variedad de edificios, tipos de terreno y vegetación a considerar en una determinada zona susceptible de instalar un sistema de radiocomunicaciones, hace que sea extremadamente difícil proporcionar reglas de diseño generales para estimar la cobertura. La utilización de herramientas informáticas de trazado de rayos y de modelado de obstáculos a partir de información preliminar sobre la zona reduce la complejidad de diseño del sistema. Sin embargo, la realización de mediciones experimentales es indispensable para validar los modelos y proporcionar confianza a los resultados de las predicciones.

d. Describa el tipo de condiciones del entorno que afecta los radioenlaces: Espacio libre, zonas de fresnel, propagación, penetración a medios, desvanecimientos, ecos, reflexiones, ruido, interferencias, lluvia, absorción, y todos aquellos que considere pertinentes; incluya su descripción matemática.

Atenuación causada por gases atmosféricos e hidrometeoros

Otro tipo de factores que también deben tenerse en cuenta son los atmosféricos y meteorológicos. En los radioenlaces troposféricos se producen atenuaciones de la señal durante su propagación, causadas por la absorción y dispersión en hidrometeoros como la lluvia, la nieve, el granizo o la niebla. Estos efectos son especialmente importantes en el caso de sistemas que trabajan a frecuencias milimétricas. Aunque la atenuación causada por la lluvia puede despreciarse para frecuencias por debajo de 5 GHz, ésta debe incluirse en los cálculos de diseño a frecuencias superiores donde su importancia aumenta rápidamente. La atenuación específica debida a la lluvia puede calcularse a partir de la Recomendación UIT-R 838. Dicha atenuación es ligeramente superior para polarización horizontal que para vertical. Esto se debe simplemente a la forma que adquieren las gotas de lluvia por el rozamiento experimentado durante la caída. Para la predicción de la atenuación producida por la lluvia se necesita información sobre las estadísticas de intensidad de precipitación. En la Rec. UIT-R PN.837-1 se proporcionan valores de intensidad de lluvia excedidos durante determinados porcentajes de tiempo y para distintas zonas hidrometeorológicas mundiales. En el caso de España, estas son las llamadas zonas H y K. Por ejemplo, Madrid se encuentra en la zona H, mientras que Valencia se encuentra en la zona K. La Rec. UIT-R P.530-7 establece el procedimiento para calcular la atenuación producida por la lluvia a largo plazo.

Figura 3: La disponibilidad de un radioenlace se ve afecta por las estadísticas de lluvia de la zona hidrometeorológica (ejemplo para un enlace a 40 GHz en la zona K).

Los cálculos de la atenuación por lluvia en un radioenlace se utilizan para realizar el diseño de cobertura o alcance del sistema de radiocomunicaciones dado un cierto valor de disponibilidad o calidad de servicio. Por ejemplo, supongamos un radioenlace funcionando a una frecuencia de 40 GHz con polarización vertical. Las pérdidas de propagación del sistema serán, en una primera aproximación, las pérdidas en espacio libre, las pérdidas por absorción atmosférica y las pérdidas por lluvia. Suponiendo una potencia transmitida de +23 dBm, una ganancia de la antena transmisora de 12 dB, una ganancia de la antena receptora de 30 dB y una sensibilidad del receptor de -75 dBm, se tiene un valor máximo para las pérdidas de propagación de 140 dB. A partir de este requisito se puede calcular el alcance o cobertura de nuestro sistema. En este caso, para una disponibilidad del 99,99%, se obtiene una cobertura de 1,4 km.
La atenuación por niebla está gobernada por las mismas ecuaciones que en el caso de la lluvia. La principal diferencia es que la niebla puede modelarse como un conjunto de gotas de agua muy pequeñas en suspensión (con radios variables entre 0,01 y 0,05 mm). Para frecuencias por debajo de 300 GHz la atenuación producida por la niebla es linealmente proporcional al contenido total de agua por unidad de volumen para cada frecuencia. Una concentración de 0,032 g/m3 corresponde a un nivel de niebla que permite visibilidad a unos 700 m. Por otro lado, una concentración de 0,32 g/m3 permite visibilidad a algo más de 100 m. El nivel máximo de contenido de agua se sitúa en torno a 1 g/m3, con densidades considerablemente menores para la mayor parte de las nieblas. Para una frecuencia de 100 GHz, la atenuación en el caso de niebla densa es de tan solo 1 dB/km. Por lo tanto, en el diseño de radioenlaces con suficiente margen de señal para evitar la atenuación por lluvia, la niebla no constituirá un factor de limitación.
Por otra parte, la atenuación de las microondas al atravesar nieve en polvo es al menos un orden de magnitud inferior que para la lluvia considerando la misma tasa de precipitación. No obstante, la atenuación para la nieve húmeda es comparable a la de la lluvia e incluso superior en la banda de frecuencias milimétricas. Medidas experimentales han demostrado valores de atenuación en torno a 2 dB/km para 35 GHz y una tasa de precipitación de 5 mm/h. Para nieve en polvo la atenuación es dos órdenes de magnitud inferior. Debido a la gran cantidad de variables involucradas, en particular el contenido de agua relativo, resulta difícil especificar la atenuación en función de la tasa de precipitación de una forma simple. En todo caso, se recomienda emplear radomos en zonas de fuertes nevadas para evitar la acumulación de hielo y nieve en la superficie de las antenas, ya que pueden provocar niveles de atenuación importantes.

Figura 4: La utilización de radomos de protección evita la Figura 5: Los gases y vapores atmosféricos también acumulación de hielo y nieve en las antenas.      introducen atenuación en los radioenlaces de alta frecuencia.

Finalmente, los vapores de agua y de oxígeno no condensados poseen líneas de absorción en la banda de frecuencias de microondas y de ondas milimétricas. Por ello existen frecuencias donde se produce una gran atenuación separadas por ventanas de transmisión donde la atenuación es mucho menor. En el caso del vapor de agua, se producen fuertes líneas de absorción para longitudes de onda de 1,35 cm, 1,67 mm e inferiores. En el caso del oxígeno, las longitudes de onda de los picos de absorción son 0,5 y 0,25 cm. La atenuación debida al efecto conjunto de los vapores de agua y oxígeno es aditiva. En aquellas bandas donde los valores de atenuación exceden los 10 dB/km el alcance de las comunicaciones se encuentra enormemente limitado. Pero escogiendo adecuadamente las frecuencias de trabajo es posible obtener niveles de atenuación mucho menores: por ejemplo, a 30 GHz la atenuación es inferior a 0,1 dB/km. Par frecuencias por encima de 300 GHz, en cambio, la atenuación mínima es todavía elevada (6 dB/km o más) e impone una gran restricción en el caso de enlaces terrestres con visión directa. Sin embargo, determinadas aplicaciones especializadas tales como comunicaciones secretas de corto alcance (entornos "indoor" a 60 GHz) o enlaces entre satélites (no afecta la atenuación atmosférica) se aprovechan del uso de la banda de frecuencias milimétricas. Estas longitudes de onda cortas posibilitan el uso de antenas de alta ganancia muy compactas que compensan parte de las pérdidas introducidas.

Zona de Fresnel.
Teniendo como punto de partida el principio de Huygens, podemos calcular la primera zona de Fresnel, el espacio alrededor del eje que contribuye a la transferencia de potencia desde la fuente hacia el receptor.

Basados en esto, podemos investigar cuál debería ser la máxima penetración de un obstáculo (por ej., un edificio, una colina o la propia curvatura de la tierra) en esta zona para contener las pérdidas.

Lo ideal es que la primera zona de Fresnel no esté obstruida, pero normalmente es suficiente despejar el 60% del radio de la primera zona de Fresnel para tener un enlace satisfactorio. En aplicaciones críticas, habrá que hacer el cálculo también para condiciones anómalas de propagación, en la cuales las ondas de radio se curvan hacia arriba y por lo tanto se requiere altura adicional en las torres. Para grandes distancias hay que tomar en cuenta también la curvatura terrestre que introduce una altura adicional que deberán despejar las antenas.

La siguiente fórmula calcula la primera zona de Fresnel:



d1 = distancia al obstáculo desde el transmisor [km]
d2 = distancia al obstáculo desde el receptor [km]
d = distancia entre transmisor y receptor [km]
f = frecuencia [GHz]
r = radio [m]
Si el obstáculo está situado en el medio (d1 = d2), la fórmula se simplifica:
Tomando el 60% nos queda:


Distancia (Km)

915MHz

2.4GHz

5.8GHz
Altura de la Curvatura Terrestre
1
9
6
4
0
10
29
18
11
4.2
100
90
56
36
200
Radio [m] para la primera zona de Fresnel.
La “Altura de la curvatura terrestre” describe la elevación que la curvatura de la tierra crea entre 2 puntos.
La potencia isotrópica radiada efectiva es una medida que indica la fuerza con que la señal es transmitida al satélite o a cualquier estación en la tierra PIRE (potencia isotrópica radiada efectiva)
Pt (potencia de entrada a la antena en Watt)
At (ganancia de la antena en transmisión).

Entre el amplificador y la antena genera pérdidas causadas en los cables que unen los elementos esta fórmula es la siguiente.

Lc = log10p (1/pi. r)

Donde LC es la pérdida del cable y L es la longitud del cable.
Cuando se hace el cálculo descendente se utiliza las huellas de los satélites y así se obtiene la potencia isotrópica radiada efectiva y también se obtiene la potencia del transpondré.
El siguiente ejemplo utiliza dBm, aunque también es corriente utilizar dBW. Los Decibelios son una forma muy práctica de expresar la relación entre dos cantidades. dBm utiliza una referencia de 1 mW y dBW 1 W.

Una transmisión de 50 W es lo mismo que 17 dBW o 47 dBm.
Perdidas en la propagación
El balance de pérdidas y ganancia en la potencia de la señal esta se refiere a que la energía se reparte mientras la señal se propaga alejándose de una fuente esta causa menos densidad de potencia a mayor distancia.
Su fórmula es:


Para determina la densidad de flujo a la distancia que se encuentra el satélite así:

C` densidad de flujo (Dbw/m^2)
Ptx potencia de transmisión
Atx ganancia de la antena transmisora
R rango del radio en lace en Km.

Perdidas de la señal.
Relaciono todas las pérdidas son:
 Perdidas en espacio libre expresada en dB
Perdidas mínimas atmosféricas
PIRE
Perdidas por lluvia.
Perdidas por apuntamiento


CALCULOS

Se toma ejemplo con números reales para efectuar los cálculos


Datos Iniciales del calculo
Unidades
distancia
4,733
Km
frecuencia
5.700
Mhz


Calculo del PIRE
Unidades
potencia TX
43,01
dBm
perdida cable TX
-3
dBm
Ganancia TX
6
dBm
FSL
-121,06
dBm
Ganancia RX
2
dBm
perdida cable RX
-0,5
dBm
Sensibilidad RX
-113,02
dBm

Resultados
Unidades
FSL
121,1
dBm
PIRE
42,01
dBm
Enlace
-77,6
dBm
Margen
10,5
dBm
Fresnel
7,87
mts





e. Describa los criterios de calidad que se deben tener en cuenta en la planeación de un radioenlace: indisponibilidad, rendimiento, BER, y todos aquellos que considere pertinentes; incluya su descripción matemática.

Calidad de los sistemas de radioenlace.
Representa el grado para el que ese sistema está en condiciones de proporcionar el servicio para el que se ha diseñado. Depende de la longitud de la ruta y del número de procesos de modulación realizados.
 Calidad en cuanto a disponibilidad.
Calidad en cuanto a fidelidad.

Calidad en cuanto a disponibilidad: Pérdida de calidad durante un tiempo grande. La disponibilidad de un equipo es su aptitud para desempeñar la función para la que ha sido proyectado.
El sistema se encuentra en condiciones de utilizarse. Conceptos:
Tiempo de disponibilidad e indisponibilidad. Incluye causas por equipos, propagación, interferencias y actividades humanas. También incluye tiempo de restablecimiento.
Umbral de indisponibilidad.
Criterio: sistema indisponible cuando el umbral se supera un tiempo To.
Indisponibilidad total.









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